Homenaje a Pablo Neruda, un amigo del silencio.
Poeta del silencio en la noche,
que acoges al susurro del viento en tus manos,
y acaricias al llanto de la niña enamorada.
¡Ven a mi corazón!
Hoy, cuando las mariposas revolotean mi pueblo,
sin sombra entre los trigales.
Hoy, cuando los jilgueros cantan en la jaula,
y los enamorados se besan entre rayos de luna.
¡Ven a mi soledad!
Hoy, cuando las nubes se han parado en mi cerca,
y la luna se ha dejado acariciar por la tiniebla.
¡Ven a mis versos!
Y cántale a mi amada,
desesperada viajera entre naranjos y limoneros.
Atrápala entre bastidores de plata,
agujas de cristal, hilo de terciopelo,
para que geste un poema inmortal.
Hazle subir entre gaviotas de mar,
caracolas de nácar, caballo de fuego
para que viaje al país de la poesía.
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