"¿Adónde te escondiste,
Amado, y
me dejaste con gemido?
Como el
ciervo huiste
habiéndome herido;
salí
tras ti clamando, y eras ido"
(SAN JUAN DE LA CRUZ)
Detrás del viento está su alcoba
y llega a la tarde con su caballo invisible
para visitar mi huerto sediento
que esconde manzanos en sus huecos.
Y mientras todo le pertenece
El sigue huyendo tras el alma,
cual se tratara de un amante
que mece despacio el beso.
Detrás del planeta se esconde su mundo
y contagia la risa con su clamor
para acometer despacio la fe
que roza amores en sus pétalos.
Y mientras todo le reclama
El sigue buscando cuevas interiores,
cual se tratara de un taciturno
que enciende llamas en la noche.
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